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"Estoy muy feliz allí"

Burkina Faso: Ayuda para niños desplazados

Durante diez años, Burkina Faso, país de África Occidental, ha sufrido el terrorismo yihadista y la brutal respuesta militar. Alrededor de 20.000 personas han perdido la vida y alrededor de dos millones han huido. En el proyecto Terre des Hommes , los niños desplazados no solo aprenden a leer, escribir y contar, sino también a mirar al futuro con esperanza. En su escuela, en el pequeño pueblo de Boussouma, a dos horas en coche al noreste de la capital, Uagadugú, a Moctar Sawadogo le encanta todo, pero sobre todo el club infantil: "No me pierdo ni un solo evento", dice el chico de 13 años. "El monitor siempre está dispuesto a escucharnos y nos divertimos mucho. Soy muy feliz allí". Antes tenía miedo de ir solo al pueblo, continúa Moctar. Pero desde que va al club infantil, ha ganado mucha más confianza en sí mismo. "Sé cómo protegerme si alguien quiere hacerme daño".

Cuatro miembros de la familia murieron en un día

Moctar no siempre ha vivido en Boussouma. Es uno de los más de un millón de niños de Burkina Faso que han huido de los ataques de grupos armados. Su pueblo natal, Yirgou, fue asaltado repetidamente. Así que la familia decidió dejar atrás todas sus pertenencias y huir a Fouba. Pero allí tampoco había seguridad. "Llegaron hombres armados y dispararon a todo lo que se movía", dice su padre. "Cuatro miembros de la familia murieron ese día. Pero logré escapar con mis hijos. Llevamos dos años en Boussouma. La vida también es dura aquí. Carecemos de casi todo". Sin embargo, Moctar es un niño que irradia alegría. El club infantil de su escuela y el centro de aprendizaje, inaugurado en Boussouma con la ayuda de la organización local FDC*, el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo**, la Lotería de Códigos Postales y Terre des Hommes , han contribuido a ello. Permite a cientos de niños desplazados que nunca fueron a la escuela o que la abandonaron prematuramente recuperar las lecciones perdidas y encontrar su camino hacia la escuela pública. Moctar es uno de ellos. Ahora cursa quinto grado y es un muy buen estudiante, algo de lo que está orgulloso.

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