Mali: Aprende a los jóvenes para un futuro mejor
Malí es uno de los países más pobres del mundo. Millones de niños carecen de educación y muchos jóvenes están desempleados. Dos proyectos Terre des Hommes les brindan oportunidades para una vida libre de pobreza y explotación.
Docenas en su mayoría grupos yihadistas luchan por el poder, el dinero y la influencia en Malí. La violencia y el terror se están extendiendo cada vez más a pesar del casco azul de la ONU. Cientos de miles de personas están huyendo. Además, los efectos de la crisis climática están causando muchos: las sequías y, por lo tanto, la pobreza y el hambre han aumentado significativamente.
¡Su apoyo a niños fuertes!
Muchos niños dejan la escuela temprano para aumentar los ingresos familiares con su trabajo. Algunos de ellos se unen a grupos radicales por dinero y comida. Ramata Coulibaly, coordinadora del proyecto de terre des hommes en Malí, sabe sobre la ubicación desesperada de los niños y adolescentes: "Cientos de miles tuvieron que huir de su hogar a otras partes de Malí para escapar del conflicto armado entre milicias y tropas gubernamentales".
Los niños que fueron separados de sus familias en particular están en peligro de ser abusados y explotados. 5.9 millones de personas necesitan ayuda humanitaria: más de la mitad de ellos son niños. El boleto para un futuro mejor se llama educación, Ramata Coulibaly está convencida de eso.
La organización socia de Terre des Hommes , AJA (Association Jeunesse Action Mali), cuenta con una larga trayectoria en formación profesional y educación continua para jóvenes. En los centros de formación de AJA, jóvenes de ambos sexos se cualifican en campos como la energía solar y el mantenimiento informático, oficios especializados como la carpintería, y la avicultura, la ganadería y la piscicultura.

Durante su capacitación de dos años, aprende no solo a pensar emprendedamente, sino también trabajar en empresas locales. Y después del final, los empleados de AJA acompañan a los jóvenes en su búsqueda de un trabajo permanente o se convierten en autoempleados.
Muchas niñas abandonan a sus familias en el pueblo con la esperanza de ganar un buen sueldo como empleadas domésticas en la gran ciudad. Pero sus esperanzas no suelen verse cumplidas: suelen trabajar hasta altas horas de la noche por salarios miserables, y muchas sufren maltrato o abusos sexuales. APSEF (Asociación para la Promoción de los Derechos y el Bienestar Familiar), organización socia Terre des Hommes , ofrece ayuda a las niñas en esta situación desesperada: encuentran refugio en un centro de protección y reciben asistencia legal. En los últimos diez años, APSEF ha hecho valer los derechos de más de 5000 niñas: jornadas laborales más cortas, el pago regular de un salario mínimo o una habitación propia. Y ahora, las niñas también saben que no tienen que soportar la agresión sexual de sus empleadores, sino que pueden defenderse.