Kenia: Contra el abuso y el matrimonio forzado
La casa de Mama Shamsia se encuentra a las afueras del pequeño pueblo de Moyale, en el norte de Kenia. No es un refugio de emergencia oficial. Pero las niñas que huyen del matrimonio forzado, la violación o la mutilación genital siempre encuentran aquí una puerta abierta, un corazón cálido y ayuda profesional.
Mamá Shamsia dice lo que piensa. Desafía los mitos tradicionales sobre el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina, se asegura de que los agresores sean arrestados y anima a las niñas a decir "no". No al abuso, al silencio, a la vergüenza: "Le digo a cada niña que entra por mi puerta: Tú no eres el problema. Tú eres la razón por la que luchamos".
Su lucha comenzó con un pequeño papel en un proyecto de protección infantil dirigido por la organización local SND*, con el apoyo de Terre des Hommes y el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania**: Mama Shamsia se convirtió en una de las muchas personas de recursos locales. Estas personas, llamadas "Personas de Recursos Comunitarios", se mantienen atentas para descubrir violaciones de los derechos de los niños y, con la ayuda de SND, toman medidas para garantizar su protección.
Me dicen que me calle. No debo interferir con la tradición. Pero ¿cómo puedo callarme cuando una niña de 13 años se ve obligada a casarse con un hombre de 40?
En la zona del proyecto en torno a Moyale, las violaciones de los derechos de la infancia afectan principalmente a las niñas: se casan con hombres mayores, a menudo son violadas y quedan embarazadas a temprana edad. Aproximadamente el 80 % de las niñas sufren mutilación genital, una tasa sin precedentes. Si bien la mutilación genital y el matrimonio infantil están prohibidos en Kenia, son una práctica generalizada en el distrito de Moyale.
Mama Shamsia cree que todo esto debe cambiar. Por eso no solo ofrece su propia casa como refugio, sino que también colabora estrechamente con la policía y el poder judicial locales para identificar a los perpetradores y llevarlos ante la justicia. Convence a los padres para que envíen a sus hijas a la escuela y conciencia a los docentes sobre cómo tratar con niñas traumatizadas. Concede entrevistas a los medios y expresa su opinión. No a todos les gusta eso: Mama Shamsia suele ser amenazada. Pero puede defenderse y no está sola.
Junto a ella, más de 20 instituciones civiles y gubernamentales, bajo el paraguas del SND, luchan para abolir las prácticas que violan los derechos de las niñas. Con éxito: en el distrito de Moyale, cada vez más niñas asisten a la escuela y cada vez más agresores son procesados y condenados. "No soy una mujer rica", dice Mama Shamsia. "Pero tengo una puerta abierta y dos oídos dispuestos a escuchar. Así es como empieza la protección infantil".
Por favor done* SND: Estrategias para el Desarrollo del Norte
** BMZ: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo